Para primero poder dar un contexto general de por qué Festigol elige escribir acerca de esta película, debemos indicar que Roberto Fontanarrosa fue un dibujante gráfico muy popular en toda América Latina. Rosarino de nacimiento (Argentina), toda su vida se definió como hincha acérrimo del club de fútbol Rosario Central (aquí a los Bielsistas se les permite fruncir el ceño), por lo que mucha de su gráfica se vincula a “Los Canallas”, como se le denomina a la institución auriazul (camiseta amarilla y azul). Sin embargo, Fontanarrosa fue mucho más allá que el abierto apoyo al club de sus amores, también se dio largo tiempo para dibujar y escribir relatos y cuentos del fútbol en general, con un marcadísimo acento argentino en todos ellos. Los modismos, el garabato, la pachorra, la cantina, la prostituta, los peores jugadores de la historia, todo está en su pluma que con gran maestría entretuvo durante décadas a fanáticos del balompié de toda habla hispana.
Lo que les vengo a comentar es una de las pocas piezas cinematográficas que se han hecho acerca de sus creaciones. “Fonatarrosa, lo que se dice un ídolo”, es una película que se divide en 5 cortometrajes dirigidos por diferentes directores argentinos que quisieron dejar su estampa indeleble en el circuito audiovisual. Cada uno de ellos es una historia diferente, con actores y tramas distintos. Eso sí, no todos hablan de fútbol, sino que apenas rozan el palo. Todo comienza con el corto “Elige tu propia aventura”, en donde un argentino maduro, canchero, que se rehúsa a acostarse sin compañía una noche, debe elegir entre dos chicas en un bar, apostando con cuál de ellas le resultará. La voz en off nos recuerda a los cuentos que leíamos cuando niños al indicar, por ejemplo, “si crees que elegirá a la mujer uno, pasa a la página treinta y seis”, ejercicio que, en todo caso, es mero humor.
El segundo espacio se titula “Vidas Privadas”, en donde un alterado hombre enrostra a su pareja el hecho que en reuniones de terapia a las que ella asiste, ha revelado algunos aspectos sexuales bastante íntimos de ellos. Las imágenes se suceden entre una oficina y un escenario de un teatro, en el cual están mirando un director y dos actores, los que incluso interactúan con la pareja. Un ejercicio extraño en donde no sabemos qué es exactamente lo que estamos viendo.
El tercero, “Sueño de Barrio”, quizás es el más flojo de todos, en donde en una comisaría, un joven debe explicar exactamente el sueño que tuvo con una atractiva chica y lo que logró hacer con ella, todo delante de los indignados padres de la joven. Al fin y al cabo ¡solo era un sueño!
El cuarto cortometraje se llama “El Asombrado”, donde se cuenta la extraña historia de un hombre que no proyectaba sombra. Después de ir a un sicólogo que no lo ayuda en demasía es contactado por un famoso programa de televisión para que muestre su caso. Acá lo interesante son las participaciones de Darío Grandinetti y Catherine Fulop.
Por último, es el turno de “No sé si ha sido claro”, lejos el mejor de todos, una humorada de aquellas que saca carcajadas los veinte minutos de duración. Un chico bien flojo físicamente era conocido en una pequeña localidad por tener el miembro viril más largo que ningún otro, hasta que llega un enano a presentarle desafío. Desternillante.
Al ir leyendo este artículo, quizás ya se preguntarán ¿y dónde está el fútbol? Bueno, a lo largo de la película aparecen 3 cortometrajes animados en blanco y negro casi sacados del puño y magia de Fontanarrosa, ya que son los mismos dibujos que creaba el rosarino fallecido en el 2007. Un arquero obeso, una promesa que no convierte goles, y un tipo que busca a su madre, son las historias extraordinariamente bien relatadas y dibujadas, poniendo el toque futbolero argentino tan característico de ellos y que los hace conocidos en el mundo entero.
Muy buena factura tienen todos los cortos, buenas actuaciones y mejores historias.
“Fontanarrosa, lo que se dice un ídolo” está disponible en Amazon Prime para que puedan pasar un rato muy agradable.
Y si desean saber de cuentos y libros, eso dará para otro artículo.
Escrito por: ©Daniel Bernal
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